El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que las plantas geotérmicas aumentaron un 10 % la capacidad de generación de energía a través del reciclaje de vapor de agua.
“Se logró un aumento de energía del 10 % en todas nuestras plantas geotérmicas simplemente reciclando vapor de agua”, escribió en redes sociales.
En El Salvador solo hay dos plantas geotérmicas, administradas por LaGeo, una subsidiaria de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (Cel). Un pozo se encuentra en Berlín, Usulután, con una capacidad de 110 megavatios (MW), en operación desde 1999.
También se opera la central de Ahuachapán, con 95 megavatios de potencia instalados. El pozo se comenzó a inyectar energía en 1975.
Ambos pozos tienen 209.40 megavatios, que representan un 6.9 % de la capacidad instalada de El Salvador al término de 2023, cuando alcanzó los 2,997.69 MW, según la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget).
La energía geotérmica, que aprovecha el calor de la tierra para generar electricidad, es uno de los principales proveedores en el mercado energético salvadoreño, principalmente porque su costo de generación es mucho más barato que otras tecnologías, como búnker, y más estable que la hidroeléctrica.
La Unidad de Transacciones (UT), administrador del mercado mayorista, señaló en su último reporte, correspondiente a junio pasado, que la energía geotérmica cubrió un 20.8 % de la demanda de energía en ese mes, con 122.49 gigavatios hora (GWh).
En 2021, el gobierno instaló en la central de Berlín una minería de bitcoin con un tramo de 1.5 megavatios como un proyecto piloto, del que no se reveló la inversión ni la capacidad de producción de la criptomoneda. En mayo pasado se reveló se habían extraído 474 bitcoins.
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